2009-2010:Arte sonoro

Duración: 09'02''

A principios de julio, vino de su casa en Beirut el saxofonista Stéphane Rives a grabar con el artista en su estudio madrileño. Nada más sentarse a escuchar el resultado, se paró un camión delante de su ventana y sus ocupantes se pusieron a abrir la calzada con un martillo neumático. Imposible, pues, de escuchar, así que cogió su aparato de grabación portátil y salió a la calle a grabar el estruendo de algo que ha llegado a ser emblemático de esta villa y corte: las obras.

En una ocasión, Leo Steinberg dijo de Robert Rauschenberg, que éste "inventó ante todo... una superficie pictórica que abrió de nuevo las puertas al mundo, pero no el del hombre renacentista que trata de averiguar qué tiempo va a hacer asomándose a la ventana, sino el mundo de los hombres que hacen girar botones para escuchar un mensaje grabado, "diez por ciento de probabilidades de precipitación esta noche", electrónicamente transmitido desde alguna cabina sin ventanas."

En la presente pieza, fruto tanto de asomarse a la ventana como de girar muchos botones, el artista trabaja exclusivamente con los sonidos grabados ese caluroso día de julio delante de su estudio, manipulándolos, alterándolos, reordenándolos, descontextualizándolos, y en general exponiéndolos a una serie de técnicas esdrújulas para crear una obra con sonidos de obra. Se trata de un "cuadro concebido como la imagen de una imagen," como dijo Steinberg de la obra de Warhol, ya que los sonidos asumen su identidad no solo como ruidos de una obra, sino como sonidos grabados, empleados con "una concepción que garantizará que la presentación no sea directamente la de un espacio mundo, pero que, no obstante, admitirá cualquier experiencia como material de representación."