De objetos la realidad, de ideas la recolocación del objeto y los significados que genera el espacio que subvierte. Mas el gesto recontextualizador no se agota en el diálogo objeto-nuevo contexto sino banaliza la funcionabilidad y la utilidad lógica para proponer una imagen caótica y hasta lúdica de la estructura, víctima de su propio andamiaje funcional y reflejo de la incapacidad de mostrarse autónoma.
Ouroboros, en alusión a la mítica imagen de la serpiente que se muerde la cola, reclama pensar las relaciones de poder, el entramado social que las propias relaciones, ya sea a niveles institucionales o personales condicionan, y el sin sentido que evidencia la aplicación de estos preceptos en sus propios sistemas. Apelando a la monumentalidad y al impacto visual como estrategias de inserción para el objeto, ya ahora nombrado Ouroboros, ya ahora demandando una aprehensión crítica de los procesos revertidos, se pretende connotar sígnicamente la forma y potenciar múltiples significados desde la ingenuidad aparente de selección y manipulación de la pieza.
Con extrema sutilidad se neutraliza el efecto del objeto al proponerse medio y fin en si mismo. La intervención mínima por su parte, desmitifica al artista como hacedor objetual y lo perfila un arqueólogo de presentes, de cotidianidades, de realidades que disueltas en su entorno escapan a la mirada aguda.
Ciertamente, la pieza pondera un cuestionamiento más explícito al poder y sus gestiones más visibles, a esto tributa la pesantez e inmensidad de la obra, lo formal introduce asociaciones con el poder y sus cristalizaciones sociales, sin embargo el concepto Ouroboros es susceptible a una lectura que privilegie entender el poder como método moral, como autoconciencia, como experiencia de práctica. Funciona como un estado subyacente. No es ajeno a la propia dinámica de la institución arte, a pesar de lo subrepticio de sus mecanismos igualmente sugestionadores. Ni siquiera el artista, inclusive la propia obra, con esta seña de cognición pueden eludir o permanecer distantes a los fundamentos conceptuales que se activan.
Direlia Lazo
Enero, 2006
Paseo de Recoletos, Boulevard Central junto a Plaza de Cibeles